atragantado

¿Porque es tan difícil desilusionarse de las personas?, ¿Acaso espero demasiado?, ¿Acaso espero lo mismo que doy?, ¿Donde quedo eso de dar y recibir?, ¿Donde quedo esa amistad incondicional?, ¿Incondicional?... si, incondicional.
Sino te llamo no importa, ¿que te preocupa?, ¿Que te olvide?... ¿y por qué no me has llamado tu? ¿Acaso yo no debería esperar lo mismo?... aunque no creo que me hayas olvidado, no después de lo que vivimos, no después de lo que nos conocemos.
Pero que más da, la amistad es así... las personas van eligiendo sus propios caminos y la vida nos une y nos separa, pero la amistad no necesariamente muere, sino que cambia. Cambia a un estado superior, más avanzado, en el cual ya no se pide nada a cambio, en el cual se siente afecto y no interesan los rencores, ya no importa que tan seguido nos vemos o hablamos, sino que como nos sentimos cuando eso sucede.
Pero casual o causalmente, cuando las vidas ya se han distanciado, los encuentros son productos de la necesidad imperiosa de ayuda más que de ganas de compartir o saber del otro. Y cuando me llama algún amigo de esos no me molesta, conversamos de nuestras vidas en 5 minutos y después es algo como; “oye, te llamaba porque resulta que…”. Yo también hago lo mismo, y lo encuentro increíble. Si para eso son los amigos, no para cobrar sentimientos cochinos. Los amigos están para los cachos, pero en el largo plazo.
Al principio todo parte bien, por lo general, amigos de carrete. Que la fiesta, que el asado, que fulanita, que anda a bailar con la amiga para que yo pueda desarrollar mi estrategia de seductor. “Oye, juntémonos a piscolear y nos fumamos un pitito po, pero hasta temprano que tengo prueba mañana...”. Esta es la etapa en que los amigos no sirven para los cachos importantes, si uno pone muchos problemas, se empieza a apartar rápidamente del grupo “cero rollo”. Me carga cuando aparece un gallo "X" y empieza con sus rollos y sus cachitos, ¿Cómo será este gallo que tiene que recurrir a mi que me viene conociendo y no va con sus amigos?... ¡Abort Mision!...”oye, se suspendió el asado porque nadie podía poner la casa ah... te mando un mail para que nos pongamos de acuerdo para la otra ah...adios ah...”. Es que nadie puede.
El momento de distanciarse llega tarde o temprano, y es ahí cuando las cosas se ponen en la balanza, sin embargo, no sabremos hacia que lado se inclina hasta que uno de los dos necesite algo del otro. Pero que nos llevo al distanciamiento es un factor influyente, ¿fue una mujer?, ¿fueron las drogas?, ¿o el trabajo?... Cuando uno sale del colegio o de la universidad se produce un cambio importante, sobre todo porque uno conoce gente nueva, diferente, y llama la atención. Es normal, es común. Sería raro si no sucediera así. Con el tiempo me he dado cuenta que voy dejando grupos de amigos en el camino, pero no los he dejado olvidados, sino que están ahí, para cuando los necesite. Y disfruto compartiendo unas veces con unos y otras con otros. Y si tuviera que decidirme por uno, decido por ninguno. Si al final estamos solos. Y no hay vuelta que darle.
Y para la soledad la única solución es tener ese flechazo, ese flechazo que cega e idiotiza. Ese flechazo por el cual uno esta dispuesto a dejarlo todo, y cuando digo todo me refiero a todo. Hogar, familia, bienes, amigos... por supuesto... amigos. ¿No estarán pensando que me debo a ellos?, ¿O realmente piensas que tienes derecho a meterte en mi vida?, ¿en que momento sentiste la autoridad para pensar así?, ¿me estás juzgando?, si crees que estoy equivocado ¿por qué no me lo dices a mi en vez de comentarlo con el resto?, ¿no te parece lo que hago con mi vida y me castigas sin tu amistad?, ¿de eso se trata?. Me desilusionas. Me duele. Me haces sufrir. No esperaba esto de ti. Te voy a decir algo, no es la primera vez que me pasa y tampoco creo que sea la última, pero no te imaginas como siento que haya sido contigo.
inconsecuente noguera.